Después de asentar los aposentos en un sitio decente al otro lado del charco, lo que me apetece es escribir y me visto en estas de como desglosar mi estúpida palabrería. Pues nada como mirar a lo que tienes delante, Pink Floyd a todo trapo y un poquito de "maría" neoyorquina para ayudar a la escucha.
Money: es un solo de guitarra de esos que te hace cerrar los ojos y moverte como si estuvieras tu punteando, es un ritmo progresivo y desenfadado dramáticamente cambiado cuando empieza el solo de Gilmour, es la voz de Waters hablándole al dinero, es una canción que empiezas a escuchar y puedes pedir morirte en ese momento. Probablemente no verás un video que describa tan bien una canción.
Time: también de ese icónico disco de 1973 llamado The Dark Side of the Moon, con esos chirriantes y esquizofrénicos relojes del principio. Gilmour y Wright tomaron posesión de siete minutos que los gobiernos de cada país deberían obligar a utilizar a cada ciudadano, por su salud musical.
Another brick in the wall: músicalmente son otros Pink Floyd, donde Waters ya había tomado el liderazgo y la "tonada" colinda con la montaña de la música disco de finales de los setenta. Una canción ideada a tres partes y que cualquiera diría que estos son los británicos después de piezas históricas como las anteriores. Probablemente, su canción más comercial, las listas me dan la razón.
8 mar 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario